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Ser bueno, no es tan bueno

Desafíos a equilibrar


Desde un punto de vista holístico y empresarial, ser bueno puede llevar a desafíos si no se equilibra adecuadamente con otras necesidades y responsabilidades. En el ámbito holístico, ser bueno puede significar sacrificar el autocuidado, o permitir que los límites personales sean vulnerados, lo cual puede afectar negativamente la salud emocional y física.


En el contexto empresarial, ser visto como "demasiado bueno", puede llevar a situaciones donde los límites profesionales se vuelven difusos, comprometiendo la eficiencia y el rendimiento. Los líderes y empleados, que priorizan el bienestar propio y establecen límites claros, pueden mantener una mejor salud mental y contribuir de manera más efectiva al éxito organizacional.


Es crucial encontrar el equilibrio


En ambos casos, es crucial encontrar un equilibrio donde la bondad se combine con la autogestión efectiva, promoviendo así relaciones saludables y un ambiente laboral productivo y armonioso.


El concepto de "ser bueno" conlleva una serie de consideraciones importantes.


En el ámbito holístico, ser bueno puede implicar poner las necesidades de los demás antes que las propias de manera constante. Si esto, se hace sin un adecuado autocuidado y establecimiento de límites saludables, puede resultar en agotamiento emocional, físico y espiritual. Es fundamental, entender que ser bueno no significa ser complaciente o permitir que otros abusen de nuestra generosidad o buena voluntad. Practicar la bondad consciente, implica también ser amable con uno mismo, estableciendo límites claros y cuidando nuestra salud mental y emocional.


Que no te subestimen


En el contexto empresarial, ser percibido como "demasiado bueno" puede llevar a ser explotado o subestimado. Los líderes que son demasiado indulgentes, pueden tener dificultades para tomar decisiones difíciles o aplicar políticas firmes cuando sea necesario. Esto, puede afectar la moral del equipo y la eficiencia organizacional. Por otro lado, la bondad en el ámbito empresarial, puede manifestarse a través de prácticas de liderazgo compasivas, que promuevan un ambiente de trabajo colaborativo y respetuoso.


O sea, ser bueno desde una perspectiva holística y empresarial, implica encontrar un equilibrio entre la generosidad hacia los demás y el cuidado personal, así como establecer límites claros y mantener la integridad personal y profesional. Esto, no solo promueve el bienestar individual, sino que también contribuye a un entorno laboral más saludable y productivo.


Te pregunto: Esto de ser tan bueno, no es bueno ¿te afecta de alguna manera? ¿Has conocido persona que se pasan de ser buenos?


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