La relación con tu madre: Lo que debes sanar
La relación con nuestra madre, es una de las más fundamentales en nuestra vida. Desde el momento en que nacemos, ella es nuestra primera conexión con el mundo exterior y juega un papel crucial en nuestro desarrollo emocional, psicológico y social.
Sin embargo, como cualquier relación, no está exenta de desafíos y complejidades que pueden dejar heridas o influir en cómo nos relacionamos con los demás.
Las raíces de la relación madre-hija/o
Desde la infancia, la madre, es vista como una figura de autoridad, protección y amor incondicional. Ella es el modelo a seguir, el refugio seguro en tiempos de inseguridad. Esta relación, establece la base para futuras interacciones y puede influir en la manera en que enfrentamos desafíos emocionales.
Signos de heridas no resueltas
A veces, sin siquiera darnos cuenta, llevamos heridas de nuestra relación con nuestra madre
que afectan nuestra vida diaria.
Aquí, hay algunos signos de que podría haber problemas no resueltos:
- Sentimientos de resentimiento o rabia:
- Si sientes que guardas rencor por situaciones pasadas, esto puede manifestarse como ira no expresada o frustración hacia tu madre.
- Falta de comunicación:
- La dificultad para abrirse o comunicarse, puede indicar una barrera emocional que necesita ser atendida.
- Baja autoestima:
- Las críticas constantes o la falta de apoyo durante la infancia, pueden llevar a una percepción negativa de uno mismo.
- Dependencia Emocional:
- Sentir que no puedes tomar decisiones importantes sin la aprobación de tu madre, puede ser un signo de una relación co-dependiente.
- Miedo al Abandono:
- Una necesidad constante de aprobación y miedo a ser rechazada/o, pueden originarse en experiencias pasadas de inseguridad.
Pasos para sanar la relación
Sanar la relación con tu madre, puede ser un camino hacia una vida más plena y feliz.
Aquí hay algunos pasos que puedes considerar:
- Reconocimiento y aceptación:
- Aceptar que hay problemas, es el primer paso. Permítete sentir y reconocer tus emociones, sin juzgarlas.
- Comunicación abierta:
- Habla con tu madre sobre tus sentimientos y experiencias. Una conversación honesta, puede abrir puertas a la comprensión mutua.
- Perdón:
- El perdón, es poderoso. Intenta dejar ir el resentimiento, entendiendo que tanto tú como tu madre, son seres humanos que cometen errores.
- Buscar terapia:
- La terapia individual o familiar, puede proporcionar un espacio seguro para explorar y sanar heridas emocionales.
- Establecer límites saludables:
- Aprende a establecer límites claros para proteger tu bienestar emocional, sin dejar de respetar a tu madre.
- Cuidar de ti misma/o:
- Practica el autocuidado, y cultiva una relación amorosa contigo misma/o para construir una base sólida de autoaceptación.
Necesitamos machar a la mujer que intervino en la creación y haya sido el medio para que tú estés hoy aquí?
Entiendo que la madre es dentro del clan femenino algo complicado, porque debes comprender qué es o qué le sucedía en su interior, por qué tenía ese comportamiento con nosotras. Es verdad, que como hijas las criticamos, juzgamos y condenamos o así lo hacíamos en vida o ya cuando se fue.
¿Necesitamos a nuestra madre culparla de todas de nuestras desgracias o eres tú quien no tomó las herramientas correctas de tu actitud equivocada?
Pero, ¿tiene la culpa de haber sido así de esa forma, o tomó herramientas buenas y no tan buenas, que nos han perjudicaron o no supimos qué actitud tomar frente a sus heridas? Decimos: mamá no me escuchó, no estuvo a mi lado cuando más la necesité, me abandonó, no me protegió, no me amó, lloré por su culpa, tengo heridas que no me pertenecen pero me hizo daño y perdonar me cuesta. Quizás cuando esté preparada lo haré o le escribiré una carta o quizás es inútil hablarle o escribirle.
Pregunta: ¿Crees realmente que es inútil hablarle o escribirle o sos vos quien tiene miedo de escuchar algo que no te gustaría escuchar? ¿Eres tan perfecta que no puedes entender su vida y por eso te ha afectado tanto, porque no supiste cómo obrar?
El viaje de la sanación
Sanar la relación con tu madre no es un proceso inmediato; requiere tiempo, paciencia y esfuerzo.
Pero, el viaje hacia el entendimiento y la paz interior, vale la pena. Al abordar y sanar estas heridas, puedes liberarte del peso del pasado y avanzar hacia relaciones más saludables y auténticas.
Ejercicio de sanación con la madre
Objetivo:
Sanar la relación emocional con tu madre, liberar resentimientos pasados y fomentar la empatía y el entendimiento mutuo.
Duración:
15-30 minutos
Materiales necesarios:
- Un espacio tranquilo y cómodo
- Un cuaderno o diario
- Un bolígrafo
- Una vela (opcional)
- Música suave o instrumental (opcional)
Pasos del ejercicio:
1. Preparación del espacio:
- Encuentra un lugar tranquilo:
Busca un espacio donde puedas estar solo y sin interrupciones. Si lo deseas, enciende una vela para simbolizar la iluminación y el inicio del proceso de sanación.
- Música suave:
Puedes poner música instrumental relajante para ayudarte a entrar en un estado de calma.
2. Conectar con tus emociones:
- Respiración consciente:
Siéntate o acuéstate cómodamente. Cierra los ojos y toma varias respiraciones profundas, inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Concéntrate en tu respiración y permite que tu mente se calme.
- Escaneo corporal:
Haz un escaneo de tu cuerpo, notando cualquier tensión o incomodidad. Permite que cualquier emoción surja sin juzgarla. Observa cómo te sientes cuando piensas en tu madre y anota tus sensaciones físicas.
3. Reflexión Escrita:
- Escribe una carta:
Toma tu cuaderno y escribe una carta a tu madre. Sé completamente honesto sobre tus sentimientos, tanto positivos como negativos. Puedes comenzar con frases como: "Querida mamá, quiero decirte..." o "Siempre he sentido..."
- Expresa gratitud:
Reconoce los momentos buenos, el apoyo y los sacrificios que ella ha hecho por ti.
- Libera el resentimiento:
Habla sobre cualquier dolor, decepción o resentimiento que sientas. Permítete expresar todo lo que necesites soltar.
- Busca el perdón:
Si estás listo, ofrece perdón por cualquier malentendido o daño. Esto no significa que justifiques sus acciones, sino que estás liberando la carga emocional de tu corazón.
- Escribir una segunda carta:
Escribe una respuesta como si fuera tu madre hablando desde su perspectiva. Imagínate sus pensamientos, sus desafíos y el amor que pueda sentir por ti.
4. Visualización sanadora:
- Visualización de luz:
Cierra los ojos nuevamente y visualiza una luz cálida y dorada que envuelve a tu madre. Imagina esta luz sanando cualquier herida emocional entre ustedes. Siente cómo esta luz te llena de amor, compasión y entendimiento.
- Conexión del corazón:
Visualiza una conexión de luz entre tu corazón y el de tu madre. Imagina que estás enviándole amor y paz. Permanece en esta visualización por unos minutos, sintiendo cómo se disipan las tensiones.
5. Afirmaciones positivas:
- Repite afirmaciones:
Abre tus ojos y repite afirmaciones positivas para reforzar tu intención de sanar la relación:
- "Elijo liberar el pasado y vivir en paz con mi madre."
- "Mi corazón está abierto al perdón y la comprensión."
- "Merezco relaciones amorosas y armoniosas en mi vida."
- "Abrazo el amor que existe entre mi madre y yo, en todas sus formas."
6. Cierre del ejercicio:
- Agradece y suelta:
Da gracias a ti mismo por hacer este ejercicio y a tu madre por su papel en tu vida. Siéntete libre de apagar la vela, simbolizando el cierre de la sesión de sanación.
- Reflexión final:
Anota en tu diario cualquier cambio en tus emociones o pensamientos. ¿Cómo te sientes ahora comparado con antes del ejercicio? ¿Qué aspectos quisieras trabajar más?
Recomendaciones:
- Repetición:
Este ejercicio puede repetirse tantas veces como sientas necesario. La sanación es un proceso continuo, y cada sesión puede revelar nuevas capas de emoción.
- Consistencia:
Intenta integrar este ejercicio en tu rutina semanal o mensual, dependiendo de tu nivel de comodidad y necesidad emocional.
- Apoyo Adicional:
Considera buscar la ayuda de un terapeuta o consejero si necesitas orientación adicional en tu viaje de sanación.
Al comprometerte con este ejercicio, estás dando un paso importante hacia la liberación emocional y el fortalecimiento de la relación con tu madre. ¡Te deseo lo mejor en tu viaje de sanación!
Espero que este texto, te sea útil para reflexionar sobre la importancia de sanar la relación con tu madre.
Si necesitas más información o ayuda, no dudes en buscar apoyo de una profesional terapéutica, que pueda guiarte en este camino de sanación personal. Puedes escribir a:
info.escueladelcoaching@gmail.com
para agendar una cita.