Estas palabras, resonaron en mi mente una y otra vez al recordar cuando me fueron enseñadas a mi y mi esposo y yo se lo inculcamos a nuestras dos hijas. Siempre se nos dijo: que para ser alguien, debes tener una titulación y con ello podrás defenderte en la vida. Una vieja creencia arcaica que se nos metió en la mente cuando nuestros padres hacían hincapié en ello, por temor al futuro del hijo.
Y no es que estaba mal porque en aquella época antes de pandemia, todo era así. De pronto, al despertar tu propia conciencia, cambia todo. Solo bastó un segundo para que todo cambiara en este planeta y en este plano a modo global.
Si bien, hoy por hoy, todo cambió, continuamos con aprendizajes puro y duro como dicen acá en España, pero no por eso es menos importante seguir enseñando y aprendiendo a los tiempos en que estamos.
Mi padre especialmente, me forjó el carácter para ser autosuficiente, a no depender de un hombre ni de nadie. Me enseñó a ser yo misma. Mi pobre padre y madre, se agarraban la cabeza conmigo porque era muy vaga en el estudio "no le daba satisfacciones". Hoy me pregunto: ¿Tenía que dar satisfacciones a ellos o a mi misma, por supera obstáculos en la vida, para saber el valor que tiene luchar por los propios sueños?
En un mundo donde las normas y expectativas cambian constantemente, he aprendido que el verdadero éxito, no está solo en los títulos y las certificaciones. Aunque estas herramientas, pueden abrir puertas y ofrecer seguridad, el despertar de la conciencia nos muestra que el aprendizaje y el crecimiento personal, van más allá de lo académico.
Autosuficiencia y carácter: La autosuficiencia, es un valor incalculable. Aprender a depender de una misma y a luchar por los propios sueños, es un regalo que trasciende cualquier título académico.
Adaptabilidad: El mundo, cambia rápida y constantemente. La habilidad de adaptarse, de aprender continuamente y de crecer en diferentes aspectos de la vida es crucial.
Satisfacción personal: La verdadera satisfacción, proviene de superar tus propios desafíos y de luchar por tus propios sueños, no solo de cumplir con las expectativas de los demás.
La educación y la formación, son importantes. Pero también, lo es el crecimiento personal y la búsqueda de la propia satisfacción. Enseñemos a las futuras generaciones a ser resilientes, a adaptarse y a valorar su propio camino, aprendiendo que la verdadera educación está en el equilibrio entre el conocimiento académico y el desarrollo personal.
Sigamos enseñando y aprendiendo, no solo para sobrevivir en el mundo actual, sino para prosperar en él, siempre con la vista puesta en nuestros propios sueños y valores.
Las creencias y valores que nos fueron inculcados por nuestros padres y abuelos, fueron adecuadas para su tiempo. Sin embargo, en el contexto actual, es importante revaluarlas y adaptarlas a las necesidades y realidades contemporáneas.
Adaptación a nuevos tiempos: La pandemia y los rápidos cambios tecnológicos, han transformado drásticamente el panorama laboral y educativo. Adaptar nuestras creencias y enseñanzas a estas nuevas realidades, es crucial para preparar a las futuras generaciones para enfrentar un mundo diferente al que conocimos.
Empoderamiento personal: Más allá de las enseñanzas tradicionales, es fundamental fomentar el empoderamiento personal y la autoconfianza. Enseñar a los jóvenes que el verdadero valor está en su capacidad para adaptarse, aprender y crecer continuamente les dará una ventaja en cualquier circunstancia.
Enseñar a las futuras generaciones a ser autosuficientes, adaptables y a valorar tanto la educación formal como el crecimiento personal, es esencial para su éxito. Debemos inculcarles que el verdadero aprendizaje y éxito, van más allá de los títulos académicos, y que la combinación de experiencias y la capacidad de adaptarse a los cambios, es lo que realmente los preparará para enfrentar y prosperar en un mundo en constante evolución. Eso si, deben cambiar todos los programas arcaicos de los colegios y universidades, porque si eso no se tiene en cuenta, entonces el ser humano no podrá crecer y evolucionar como se espera.
Superarte a ti misma, es una de las experiencias más enriquecedoras que puedes tener. No se trata solo de alcanzar metas, sino de disfrutar el viaje y aprender más sobre quién eres y de lo que eres capaz. Al dejar de lado las expectativas externas y centrarte en tu propio crecimiento, encontrarás una satisfacción y una realización que ningún logro externo puede ofrecer.
Así que te invito a que te enfoques en ti misma, en tus sueños y en tus desafíos. Hazlo por ti, para ti, y descubre la poderosa transformación que ocurre cuando te permites crecer y superarte en tus propios términos. Estoy para poder ayudarte a resolver estas cuestiones, para que cada desafío sea algo agradable con una enseñanza profunda y valiosa. Te invito a que me escribas a: info.escueladelcoaching@gmail.com
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